miércoles, 16 de marzo de 2011

LA MOSCA:

Un equipo internacional de investigadores ha trazado el mapa más completo de la historia evolutiva de las moscas, proporcionando un marco idóneo para estudios comparativos de estos ubicuos insectos. Lo llaman la “tabla periódica de las moscas”.
La investigación, publicada en la revista Proceedings,tapa importantes huecos de los 260 millones de años de historia de los dípteros, término de origen griego que significa “dos alas” y que engobla a moscas, mosquitos y tábanos, entre otros insectos. La información obtenida a partir de este “retrato de familia” podría tener repercusiones importantes sobre la salud humana y el medio ambiente, ya que existen moscas que actúan como vectores de enfermedades mortales como la malaria, moscas plaga y moscas controladoras de plagas en agricultura, moscas polinizadoras como las que polinizan las flores de cacao, etc. Además, como explica Brian Wiegmann, profesor de la Universidad Estatal del Norte de Carolina (EE UU) y responsable del estudio, “las moscas tienen una larga historia de éxito evolutivo en todo tipo de ambientes”. “Por ejemplo, hay larvas de mosca que viven en el petróleo, en aguas termales, en las branquias de los cangrejos y dentro de colmenas de abejas”.

152.000 especies de moscas

Usando la recopilación de datos más completa reunida hasta ahora sobre la genética y la anatomía de las moscas, los investigadores han descubierto que las especies más antiguas aún vivas son seres de largas patas y grandes alas que crecen en aguas de montaña que fluyen a gran velocidad. Eso indica que “la historia de las moscas empezó en ambientes húmedos”, apunta Wiegmann.  Por otra parte, el estudio revela que las moscas se diversificaron fundamentalmente en tres grandes episodios, hace 220, 180 y 65 millones de años. Y muestra la cantidad de veces que sus estilos de vida cambiaron: por ejemplo, hay 12 episodios en la historia de las moscas en los que empezaron a alimentarse de sangre, y 18 ocasiones en las que, irónicamente, perdieron sus alas.

Además, a raíz de la investigación los científicos han descubierto que los parientes más próximos de Drosophila, la mosca de la fruta en la que se basan muchos descubrimientos científicos clave, son dos parásitos poco comunes: el llamado piojo de las abejas (Braula coeca), una mosca sin alas que parasita a la abeja reina, e insectos del género Cryptochetidae, moscas usadas como pesticidas biológicos.

En todo el planeta hay 152.000 especies conocidas de moscas y “hacen tantas cosas diferentes que hasta ahora era un difícil rompecabezas para los científicos”, añade Wiegmann, que espera que el nuevo árbol de la vida de estos insectos siga deparando interesantes sorpresas.

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